- Tejidos claros y transpirables. Puedes optar por tener ropa fresca con fibra natural, nada de tapicerías oscuras y que sean tejidos ligeros.
- Haz espacio. Busca una sensación de vacío, elimina de la vista todo lo que no sea útil. Ventila la casa a primera hora de la mañana o por la noche para que coja un toque de frescura.
- Utilitza colores de verano. Cambia las fundas del sofá, cojines o cama por unos colores suaves, estampados marinos o exóticos que den un toque vacacional en el espacio.
- Tienes terraza? Utilizala cada día. Ya sea al atardecer o por la noche para cenar. No olvides poner citronela para los mosquitos. 😉
- Plantas. Dan sensación de vida y frescura.
- Utiliza fragancias de verano. Ya sea incienso con aromas fresh o esencias naturales, flores de jazmín o ambientadores frescos.
- Refréscate! Si tienes un espacio donde puedas tener una piscina, una manguera o una regadera no lo dudes. Es primordial si tienes niños.
- Espacio para los más pequeños. Una terraza, una habitación, un porche, un jardín … Deja que su imaginación se desarrolle. Una zona fresca donde puedan pasar gran parte del día y donde puedan tener todos sus juegos.